¿Que es la edad corregida?

A la hora de interpretar los distintos parámetros biológicos en los niños pretérmino, es necesario tener en cuenta que su edad cronológica no es equivalente a la del resto de indivíduos.

El concepto de edad corregida, surge como una forma de inferir la edad biológica real que el niño tendría si hubiera nacido en la fecha de nacimiento que le correspondería. Se calcula restando a la edad cronológica las semanas de prematuridad que tuvo el niño, las cuales se calculan restando a 40 la edad gestacional al nacimiento.

Esto nos permite poder comparar a un niño pretérmino con la cohorte de niños nacidos a término, y saber si su peso, talla y perímetro cefálico, son acordes a sus iguales.

Existen aplicaciones móviles para el cálculo de la edad corregida de forma rápida, como la aplicación Edad Corregida para Android.

Validez de la edad corregida.

No obstante se trata de un cálculo que se basa en una premisa equivocada, que las semanas de vida extrauterina equivalen a las de vida intrauterina.

Sin embargo la realidad es muy distinta, ya que el medio extrauterino es adverso, el recién nacido pierde el soporte nutricional placentario, y en función del grado de prematuridad, algunos de sus órganos/sistemas aún no están preparados para la vida autónoma.

En términos generales, a partir de los 2 años ya no es necesario corregir la edad en un pretérmino, ya que el efecto de distorsión de la prematuridad se atenúa con el tiempo.

Edad corregida y neurodesarrollo.

Por otro lado, la llegada al medio extrauterino supone la aparición de estímulos externos que modifican el normal neurodesarrollo, de forma que la trayectoria de desarrollo de un pretérmino nunca será trasladable simplemente “cambiando” su fecha de nacimiento.

Lamentablemente no existen pruebas de desarrollo específicas para la población pretérmino, por lo que la mejor aproximación disponible sigue siendo la realización del cálculo de edad equivalente, para poder compararlos con la cohorte normal.

Prematuridad y atención temprana. ¿Cuando remitir?

En cualquier caso, la decisión de iniciar atención temprana debe basarse en dos premisas: actuar siempre es mejor que no hacerlo, y en caso de actuar, mejor actuar tempranamente.

Por este motivo, las indicaciones de atención temprana no dependen sólo de la identificación de un desfase de desarrollo en esta subpoblación, sino que es muy importante la presencia de factores de riesgo, que deberán analizarse y estratificarse en función de la probabilidad de problemas de neurodesarrollo futuros (por ejemplo, los pretérminos de menos de 28 SEG tienen indicación de estimulación independientemente de su neurodesarrollo).

Tendrán indicación de remisión todos aquellos niños que tengan problemas de neurodesarrollo, o riesgo de tenerlos.

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